Lecturas de hoy Miércoles de la 7ª semana de Pascua

01.06.2022

Lecturas de hoy Miércoles de la 7ª semana de Pascua

Hoy, miércoles, 1 de junio de 2022

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (20,28-38):
En aquellos días, decía Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso: «Tened cuidado de vosotros y del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar, como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. Ya sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos. Por eso, estad alerta: acordaos que durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en particular. Ahora os dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia de los santos. A nadie le he pedido dinero, oro ni ropa. Bien sabéis que estas manos han ganado lo necesario para mí y mis compañeros. Siempre os he enseñado que es nuestro deber trabajar para socorrer a los necesitados, acordándonos de las palabras del Señor Jesús: "Hay más dicha en dar que en recibir."»
Cuando terminó de hablar, se pusieron todos de rodillas, y rezó. Se echaron a llorar y, abrazando a Pablo, lo besaban; lo que más pena les daba era lo que había dicho, que no volverían a verlo. Y lo acompañaron hasta el barco.
Palabra de Dios


Salmo del Día

Salmo 67

Reyes de la tierra, cantad a Dios

Oh Dios, despliega tu poder,
tu poder, oh Dios, que actúa en favor nuestro.
A tu templo de Jerusalén
traigan los reyes su tributo. 

Reyes de la tierra, cantad a Dios,
tocad para el Señor,
que avanza por los cielos,
los cielos antiquísimos,
que lanza su voz, su voz poderosa:
«Reconoced el poder de Dios.» 

Sobre Israel resplandece su majestad,
y su poder, sobre las nubes.
¡Dios sea bendito! 


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (17,11b-19):
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad.»
Palabra del Señor


Reflexión del Evangelio de hoy



PARA REFLEXIONAR

  • La segunda parte del discurso de despedida de Pablo, antes del emocionante adiós junto al barco, se refiere al futuro de la comunidad y a la actuación de sus sucesores en la conducción de la Iglesia de Efeso.
  • Pablo les recuerda el carácter sagrado de este cargo y después les anuncia los peligros que amenazan a la comunidad llamándolos a la vigilancia constante. Finalmente, implora la gracia de Dios antes de hacerles algunas recomendaciones para que sean desinteresados siguiendo su ejemplo.
  • Pablo relaciona la carga pastoral con la vida trinitaria: la comunidad o la Iglesia es de Dios Padre, que se la ha adquirido o comprado con la Sangre de su Hijo, Jesús, ha sido el Espíritu quien ha puesto a estos presbíteros como responsables y pastores de la comunidad.
  • La «comunidad», la Iglesia de la que los presbíteros son responsables, es en la tierra el reflejo de la «comunidad» de las tres Divinas Personas. A la vez que son distintas, están íntimamente unidas.
  • El ministerio pastoral no es algo que solamente procede de la comunidad, ni es una delegación de poder por parte del grupo. Es una tarea recibida de Dios y confiada por Dios. No es un cargo que uno mismo toma, ni que recibe de los hombres sino que se recibe del Espíritu.

***

  • Continúan las palabras de despedida con un matiz de ternura. En ellas descubrimos que la elección parte de la iniciativa de Jesús. El maestro se va, siendo consciente de la gran dificultad en que pone a sus apóstoles desapareciendo.
  • El fundamento de la misión de los discípulos, es el mismo que la de Jesús, la consagración por el Espíritu. También sufrirán las mismas consecuencias: la persecución por parte de la sociedad que los rechaza. Jesús, consagrado por Dios para su misión; afirma que se consagra Él mismo por los discípulos. La consagración por el Espíritu exige colabora­ción.
  • Frente a la maldad y la mentira que dominan el mundo, Jesús refleja en esta oración, su preocupación y su entrega por el futuro de sus discípulos. Los envía como el Padre lo ha enviado a Él y los introduce en la tensión paradójica de estar en el mundo sin ser del mundo. Por eso pide al Padre que los guarde.
  • El mundo, entendido como creación y lugar de la realización humana, es algo bueno y bendito por Dios. Sin embargo, el mundo puede ser dominado por las fuerzas del mal y entonces se convierte en campo propicio para el ejercicio de todo tipo de egoísmos. En esta clase de mundo injusto, los discípulos van ser confrontados por las mismas fuerzas que están enviando a Jesús a la muerte.
  • Jesús ruega para que el Padre los preserve del mundo y del Maligno. El mundo es el escenario donde cada hombre decide su salvación o condenación. La comunidad cristiana está en el mundo no para marginarse de él, sino para dar testimonio de un camino de salvación. Esto significa que es tarea del discípulo, instaurar un modelo de convivencia humana distinto al que el Maligno ha logrado establecer. Preservar a los discípulos del Maligno, es impedir que su conciencia sea atrapada por el poder del egoísmo y puedan realizar una opción por el Dios de la vida.
  • El cristiano es «un hombre», como todos los demás, pero es también un "consagrado". Vive en el mundo sin renegar de él. Jesús quiere que sus discípulos vivan en este mundo unidos, que estén llenos de alegría y que vayan madurando en la verdad.
  • Se nos encomienda que no tengamos la mentalidad de este mundo sino la de Cristo. Que no sigamos las bienaventuranzas del mundo, sino las de Cristo.
  • Jesús nos llama a consagrarnos en la verdad y ha ganado para nosotros esa consagración. Ha pedido a Dios Padre que nos preserve del Maligno y se ofrece por nosotros, para que lleguemos a ofrecernos por la misma verdad y su misma causa. Los discípulos lo harán testimoniando y comunicando la vida de Jesús frente a la mentira, la codicia y la maldad que matan la vida y moldean un "mundo" inhumano, injusto que ya no es casa de Dios para todos.


PARA DISCERNIR

  • ¿Experimento la tensión entre las cosas del mundo y las de Dios? ¿Me siento tironeado?
  • ¿Experimento la intercesión de Jesús acompañando mi camino de búsqueda de la verdad?
  • ¿Los fracasos y las caídas me desaniman o los vivo como el lento proceso de maduración de mi vida cristiana?


REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA

Ellos no pertenecen al mundo, como tampoco pertenezco yo


PARA LA LECTURA ESPIRITUAL

...«Estar en el mundo sin ser del mundo.» Esta frase es una hermosa síntesis del modo en que habla Jesús de la vida espiritual. Es una vida en virtud de la cual el Espíritu de amor nos transforma por completo. Sin embargo, es una vida en la que todo parece cambiado. La vida espiritual puede ser vivida de tantos modos como personas hay. La novedad consiste en haberse desplazado desde la multitud de las cosas al Reino de Dios. Consiste en haber sido liberados de las constricciones del mundo y en haber encaminado nuestros corazones hacia lo único necesario.

La novedad consiste en el hecho de que no vivamos ya los muchos negocios, nuestra relación con la gente y los acontecimientos como causas de preocupaciones sin Fin, sino que empecemos a considerarlos como la rica variedad de los modos a través de los cuales se hace presente Dios en medio de nosotros. Nuestros conflictos y dolores, los deberes y las promesas, nuestras Familias y nuestros amigos, las actividades y los proyectos, las esperanzas y las inspiraciones, no se nos presentan ya como otros tantos aspectos fatigosos de una realidad que difícilmente logramos mantener juntos, sino como modalidad de afirmación y de revelación de la nueva vida del Espíritu que está en nosotros. «Todo lo demás», que antes nos ocupaba y nos preocupaba tanto, ahora se convierte en don o desafío que refuerza o profundiza la nueva vida que hemos descubierto...

H. J. M. Nouwen, Invitación a la vida espiritual, Brescia 20002, pp. 44ss.


PARA REZAR

Padre y amigo

Señor, mi Padre y mi amigo.
En medio de la prueba y la tribulación
cuando todo parece estar en tinieblas, haz
que no deje de pedirte, que no deje de rogarte,
no me canse de arrodillarme.
Que con los días que pasan más quiera
alabarte en medio del sufrimiento.
Mantén firme mi fe, y hazla crecer en medio de la prueba.
No te alejes de mi lado y no permitas que me aleje del tuyo.
Acógeme en tu seno, y cárgame en tus brazos divinos.
Hago mías tus promesas y creo en tu palabra.
Me aferro a tí en este día, en medio de
la tormenta abrazo tu Cruz.
Cuídame y hazme fuerte acercándome a tu luz.
Que no me fije en la tormenta,
que me haga sordo a la tempestad,
me vuelva ciego para la adversidad,
y que en mi corazón solamente estés tú
con tus promesas, tu amor y tu poder.
Que siempre recuerde de dónde vengo y
quien debo llegar a ser.
Amén

Arturo Quirós Lépiz


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